Me colma mientras quema

Rimbaud, ayer recordé a quien me enseño a vivir entre sus letras, a quien me enseño a leer sin prejuicios….Seguramente que el mejor poema de Arthur Rimbaud sea “Una temporada en el infierno” (Une saison en enfer) Prosa poética en 53 paginas, la escribió para el mismo, la publico con cien copias y entrego seis a sus amistades…. el resto fue a parar al sótano de una editorial…

Posiblemente mucho del contenido de esas paginas este dominado por el alucinógeno hachís, entre sus páginas existen contrastes, sensibilidad, confesiones y vida mundana….en la introducción exclama;

(Antaño, si mal no recuerdo...)

Antaño, si mal no recuerdo, mi vida era un festín donde corrían todos los vinos, donde se abrían todos los corazones.

Una noche, senté a la Belleza en mis rodillas. Y la encontré amarga. Y la injurié.

Yo me he armado contra la justicia.

Yo me he fugado. ¡Oh brujas, oh miseria, odio, mi tesoro fue confiado a vosotros!

Conseguí desvanecer en mi espíritu toda esperanza humana. Sobre toda dicha, para estrangularla, salté con el ataque sordo del animal feroz.

Yo llamé a los verdugos para morir mordiendo la culata de sus fusiles. Invoqué a las plagas, para sofocarme con sangre, con arena. El infortunio fue mi dios. Yo me he tendido cuan largo era en el barro.

Me he secado en la ráfaga del crimen. Y le he jugado malas pasadas a la locura.

Y la primavera me trajo la risa espantable del idiota.

Ahora bien, recientemente, como estuviera a punto de exhalar el último ¡cuac! pensé en buscar la llave del antiguo festín, en el que acaso recobrara el apetito.

Esa llave es la caridad. ¡Y tal inspiración demuestra que he soñado!

"Tú seguirás siendo una hiena, etc... declara el demonio que me coronó con tan amables amapolas.

"Gana la muerte con todos tus apetitos, y con tu egoísmo y con todos los pecados capitales".

¡Ah! ¡por demás los tengo! Pero, caro Satán, os conjuro a ello, ¡menos irritación en esos ojos! Y a la espera de las pocas y pequeñas cobardías que faltan, desprendo para vos, que amáis en el escritor la ausencia de facultades descriptivas o instructivas, unas cuantas páginas horrendas de mi carnet de condenado.
Arthur Rimbaud