Por detrás de la puerta,
guardado por cerrojos de silencio y de agua,
esperando, desnudo, tu cuerpo.
Tibiamente,mansamente desnudo,
hermoso hasta el dolor.
No entraré a descubrirte.
No violaré el santuario de tu carne entreabierta.
Demasiado peligro para sólo una vida,
demasiado pecado para tan sólo un alma.
M. Josefa Parra.
Mi cuerpo está ardiendo
Mis manos están temblando
Mi cabeza está girando