Bastian
se escondió en el mismo garito de costumbre donde lograba sintirse a salvo, el
vodka iba lamiendo golosamente el hielo cristal tras cristal, normalmente aquel
garito era un sitio gris y lóbrego donde la esperanza de vida de sus habitantes
era de cinco minutos y una docena de vodkas, quizás fuera por eso que aun
siendo siempre la misma clientela todos aquellos tipos tan solo eran conocidos
a simple vista. Bastian estaba barajando la posibilidad de vender todo lo que
tenia y con el dinero que sacara alquilar un taburete con vistas a todo el
vodka que pudiera beberse, pero era verano, tiempo cinco estrellas para aquel
garito lúgubre, en verano el barman sacaba cinco sillas y tres mesas a la calle
y con eso se conseguía trastornar la asiduidad de la clientela y ofrecer vista
a una novedad…
Bastian se giro hacia la cristalera y allí esta ella “dragón blanco de la
suerte (Fujur)”… sobre aquel sucio cristal Bastian abrió el libro de su fantasía
y se sumergió en su lectura, la fantasía sigue su curso, imaginar lo
inimaginable.
“La iré a buscar a la salida del trabajo, iremos a comer a un sitio pequeño y
bonito, veremos la lluvia tras los cristales, reposare mi sonrisa en la luz de
tus ojos, hablaremos de todo y de nada, conjugaremos verbos en llamas,
escucharemos melodías, escribiremos fantasía desnudos, nos convertiremos en
otra cosa a lo que éramos antes, caminare descalzo en la madrugada, y la
penumbra dibujara su cuerpo sensual y provocativo, sin darse cuenta de todo el
deseo que es capaz de provocar con cada uno de sus gestos, consciente y
embelesado desgarrare mi ser en cada caricia a su piel, y emprenderé una huida
interminable por su ser, me convertiré en quietud impaciente, en ansia
incontrolada, en viajero oscilante por el hervidero de su cuerpo……. Surcare sus
fronteras, me adentrare en el abismo de la pura incontinencia, llenáremos
nuestros cuerpos de miel, hambre y ganas del otro, y nos inmolaremos en una
danza de cintura sin infiernos, nos vaciaremos uno en el otro y el último
gemido quebrara la memoria de los dos….”
Bastian se giro hacia la barra… ¿Como será la vida de lo imaginado? … imaginar
lo no imaginable duele, el sabe que su amanecer será entre las sabanas donde
nunca fuiste vida, y que su fantasía solo le deja rebuscar sobre cartas que
nunca tienen tu nombre, solo le queda olvidar su refugio imaginado donde
siempre es verano….debe dejar de mirar aquel reflejo de la ventana. Bastian
siguió con su habitualidad ante la barra, lo normal es pasar sentado el tiempo
bebiendo y despegando los labios para sentir el saludo del vodka adormeciendo
la garganta y embotando el cerebro, situado un palmo más allá la mirada
perdida, sin hielo, justo antes de caer desplomado sobre la barra, hora de
cerrar….
Hace 5 años
