Como llovizna de Otoño




Amaneció el día sobre su cuerpo, la calidez de las primeras luces dibujaron el claroscuro de su cuerpo tendido, la persiana filtraba la luz y se descubría desnuda, a medio tapar…desvelada y con deseo… ella me conto que un escalofrío recorrió su cuerpo..., desde la cabeza a los pies..., que profundizo su deseo... y que provoco su humedad en forma súbita y en grado certero..., me dibujo que los suspiros y los gemidos salían de su boca...casi sin quererlo, casi sin pensarlo...y que la yema de sus dedos hizo el resto y sucumbió....,y quería más....,y sentía su deseo insaciable… volcán en erupción de lava incontrolable...

…y por ello regreso a mi…me convido a que fuera noche, la más noche de las noches…y corrimos las persianas y cerramos las cortinas…y nos dejamos a oscuras… y a oscuras nos fundimos, enlazamos y amamos…abrazados y abrazados….en filigranas al aire más sexual…en danza de vaivenes y compases….a ritmos penetrados y agitados….y nos bebimos…y nos sorbimos….y nos robamos caricias inventadas…y recreamos susurros conciliadores…gemidos provocadores…y nos gritamos en silencio amordazados por nuestro labios… y conquistamos cada poro, cada rincón, cada lunar, cada surco, cada cada y todo a oscuras, de forma inquieta, deseo lascivo palpitante y masturbado… y nos licuamos uno en el otro…y su vientre era mi refugio…y mi gemido era su cobijo…y nos ahogamos ciegos a deseo…apuramos nuestra noche oscura….y llegamos desnudos, abrazados y consumidos…velamos un sueño mutuo….

….ahora duerme… he velado un rato de su sueño junto a ella, sobre su espalda, despierto, contemplando su belleza, reconfortado por su aroma….pero su pecho dormido me incita, me reclama… abro las cortinas, descorro las persianas….despierta, deseo mío, que esta vez vamos a amarnos a las claras, bajo la luz…

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Lamontagneazul

Las palabras son pentimentos que callan su significado clandestino, ocultan como testigo silencioso; deseo, pasión y hastió. Habitan en un espacio libertad donde divagan y se mezclan con una pizca de cordura, y con la locura que destilan todos esos pensamientos inoportunos del espejo de una noche y su montaña azul.

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