… existe una extraña paz en los ires de venires de las gentes en la
mañana, se dirigen afanosos a algún lugar, como si la vida se les escapara… la
vida. Las mañanas están llenas de desconocidos que van a algo… que buscan algo…
incluso son algo….y algunas veces me despeño en ser como ellos… pero siempre me
tienta sentarme a tomar un café y ver pasar la vida…esas vidas…
… ahora el jardín ya está lleno de hojas secas, el viento las barre y
se van amontonando como quien apila días de una estación abandonada… pero al día
siguiente el mismo viento que las amontona las vuelve a esparcir empañando el jardín
con días amontonados…. la vida siempre vuelven a su lugar…
… ahora la rutina está llena de vida y el ruido trae algo qué hacer…. y
la poesía es de segunda mano tiene doble sueño a sentir, alguien la escribió y
alguien la leyó arrebatándose tristeza a golpe de sus letras… ahora los
pasillos del supermercado están llenos de ojos que buscan algo con avidez… y la
avidez coge trenes sin casualidad….
… ahora es el tiempo de imaginar, de paz, tiempo otoño de renovar… y me
encanta
Imaginar las historias de todos esos alguienes, cómo y por qué habrán
llegado hasta aquí, a donde y como irán….
… ahora algunos días recuerdo días de literatura, un desayuno en plena
noche sobre las escaleras de Montmartre, un baile sin música en la Piazza
Navona, un arrodillado ebrio ante el Mar da Palha, un asalto nocturno de
regreso de Staromêtská, un libro sin
manos donde florecían historias sin palabras en Kreuzberg, el quijote a
pedales de Zaanse Schans,
el sendero de Oz de los rompeolas de Oostende, las melodías para
soñar de Covent Garden… la traviata sin palabras de La Staatsoper….
… ahora la vida anda desgarbada y pierde trenes a Macondo, está tan
lejos que no sabría llegar… y toma trenes donde siempre hay un hueco, donde
hablo conmigo del sosiego del gato sobre el tejado… ahora en el vagón releo a
Günter Grass por si alguien mira la portada de un desconocido, y encuentro vida
en “las ventajas de las gallinas de viento” ... y me cruzo con otro tren que
pasa en dirección contraria donde puedo adivinar a Georgina Hübner perdida
entre deseos y palabras, a contracorriente bailando con la vida… con esa vida
que nunca fue…
… ahora tomo café en el mismo lugar de siempre, lleno de gentes que
desconozco desde siempre, y el gato del tejado pisotea las hojas del jardín que
luego vuelan y no se hacia dónde, y empieza hacer demasiado frío para salir a
la vida. Esta es mi vida. Este soy yo, en silencio, con la mirada perdida. This
is my story without me when I say nothing…
… y sonrío más y pienso menos…. germinaron flores que crecen hacia
todas partes y a veces es difícil respirar…