Hoy, mañana, ayer, este
pentagrama es un rincón acurrucado, un laberinto Big Bang de sensaciones,
explosiones, implosiones, un verso de luz sin ritmo ni medida, sin poema y
anverso… hoy, mañana, ayer mis pupilas refrescan vida a la vereda de un susurro
extasiado…
…y guardo el estremecido de todo lo
encontrado, el adorno de la sonrisa excitada, la fiebre de las palabras que buscan
inéditos, el enjugado mas atesorado, la piel de todas las conmocionadas sensaciones…
Estas son las alas de un universo
paralelo, de un diverso perpendicular….la galaxia donde habita el titilar de
los ojos y los palpitos inmortales del vivir… una constelación con palabras y melodías junto a la poesía de la vida, esa eterna compañera de los sueños…
Esta es la vuelta de la esquina entre
Orión y Arcadia, la vereda del pestañeo que mira a la luna y boceta todos estos
horizontes, un baile entre melodías y memoria que sirven para reolvidar, un reflejo
del sentir para liberar el ser del vivir, la memoria sensorial de Funes … decía Borges que Funes al recordar, había dejado de pensar … Funes como metáfora
del insomnio. El sueño como acrisolador de recuerdos, al no dormir, no se
eliminan y Funes recuerda cada detalle, cada escena, cada segundo de
memoria prodigiosa que resulta ser una imprecación….
..,En una eternidad sin tiempo tu sonrisa
me
llevó a tu ventana, florecía la noche adornada en tus
ojos, viajamos sin espacio como amantes estrellados, miramos bordados un
estremecer anudado… fuimos piel abrigo entibiando humedecidas caricias, fuimos
medianoche y madrugada de eternos y dulces temblores… franqueamos y abrasamos,
navegamos y anudamos…apuro de brisa fuimos en una eternidad sin tiempo a tu
sonrisa… nos amamos…