Como la luz de un sueño, cegadora de vida, que no vive pero existe, así he soñado yo, iluminando esa parte de mi que no conozco, la vida soñada que he llevado mientras pensaba…
…porque los sueños son piezas que encajan, rompecabezas sin fisuras, mientras la cabeza sueña, y mi mente queda absorbida, engullida por esa parte de vida que no conozco…
…manoseando palabras, aprendiendo de la realidad soñada, espiando faltas del calendario, sombras del horario, como el tiempo de un sueño que no recuerdas cuando despiertas, pero sabes que existió..
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Dijo el príncipe de la dulce pena:
Este libro está dedicado
a todos aquellos que todavía creen que
las palabras son el lenguaje de la belleza,
la música el idioma del alma,
y un beso el único lenguaje válido allí donde no llegan
ni las palabras ni la música.
A quienes juran
que el cielo está hecho de lágrimas
el mar de deseos
y que la brisa es el aliento de la libertad.
Este libro está dedicado
a quien todavía cree
que cualquier cosa es posible,
a todo aquel que
nunca haz dejado de soñar.
Jesus María Hernández Gil - El Príncipe de la Dulce Pena - Txus di Fellatio - Mägo de Oz
