Dijo que me recuerda cuando escucha zumbar abejas entre las ramas de un manzano en flor, promesa de sabores deliciosos, y no sabe que mis sabores huelen a ella... que destila rocio perfumado en cada una de sus palabras, que me llegan impregnadas de su sabor y su fragancia, que huele a mar y noche, a tarde y día, a mañana y luna, a piel acrisolada sobre morado con fragancia de eterna primavera…
Dijo que me recuerda cuando se mete entre sus uñas el barro transportándola el aroma sutil del moho en la tierra empapada, y no sabe que soy barro ante sus ojos, partículas de desbordada ardilla convertida en pasión, que se deja arrastrar por un torrente desmedido de sentir…liberado, viciado, invadido, feliz…. que sus uñas son las esclusas de la lujuria posesiva de mi mente retenida….
Dijo que me recuerda cuando se despierta con los trinos de pájaros y tomo conciencia lentamente de su cuerpo perezoso, y no sabe que mi mente se siente rayo en la mañana, que mis manos recorren y modelan su contorno, y que el trino no es mas que una suave melodía de que rasga levemente su despertar para mezclarse sobre los acordes del adagio de mi deseo… que los arpegios de mi respiración en la mañana recuerdan la cadencia de su voz pausada y susurrante, y que me inundo de ganas sobre el erizar de piel estremecida…
Dijo que me recuerda cuando calienta el fuego la piel de su espalda con su leve caricia, entretejiéndola de sensaciones, y no sabe que el timbre de su voz erotiza el tono de mis fantasías mas ocultas, que el tono de su piel entreteje mis deseos más íntimos, y los convierte en sueños de sensaciones prohibidas….y no sabe que la luz del fuego es mi secreto mas inconfesado, luz de sensualidad susurrando lujurias escondidas…
Dijo que me recuerda cuando se estremece sobre el deseo que late en palabras susurradas sobre una hoja en blanco en la soledad más íntima, y no sabe que en la intimidad de mi mente son sus labios los que pintan palabras entregadas sobre desnudo desconocido, que las palabras se pintan surcando y apoderándose de la piel mas tersa sobre el espejo, que trazan imaginarios arcos que pretenden las riberas mas húmedas de su ser…
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Dijo que me recuerda cuando el viento le trae desde otro mundo el sonido de mi sonrisa, y me dibuja encadenado a sus tobillos, trepando por sus piernas hasta adueñarme de su corazón, y no sabe que ese es mi pensar…que ese viento rasga sutilmente mi piel y que me dibujo sobre su espalda, asiéndome a su pecho, cuerpo a cuerpo, respirando su piel...
Dijo que me recuerda cuando mira la luna y que imagina que ella se baña coqueta, mientras la recuerdo, en la humedad de mis ojos que te miran
