Cuenta una leyenda que existe
un tiempo de arena-sentir que se desliza por un recipiente cristal vida y sus
granos caen vistiendo al viento…
Cuenta la vida que existe un tiemblo oculto en el sentir que se pierde en la cordura tu boca…
Cuenta un cuento que dos vuelan cada vez que ven la luna, y sienten rasgando versos sobre su piel de un mismo sentido…
Tengo un par verbos vacilantes y los labios resecos de adverbios sin lugar. Aquí es donde estoy, aquí donde me ves, en un aquí continuo que tiene sed de irse allí donde estés… Pero allí es un lugar de mí jamás y mis adverbios son imposibles sin lugar…. Esté donde esté cuando vaya allá será mi aquí y estaré siempre en el mismo sin lugar… Allí es mí aquí deseo necesitado, sobre tu aliento entrecortado… Yo estoy aquí y tú allí… y ahí esta la seda de la intima ausencia de una vida que nos espera y que allí nunca será nuestra…
Tengo un par de mil atajos para llegar a ninguna parte. Tengo el invento de tu piel en las noches de espacio vacio, y mis manos zahorí en la curva de tu espalda enredando vida por los rincones de tu piel escondida…. Y recorro sinuoso toda la piel de ti a ojos cerrados, y sobre tu piel encuentro la hoguera que palidece mi frío…. Un aquelarre sin restricciones de deseos que se cruzan, y se susurran, y se conjuran, y se imaginan….y se duermen….y se sueñan….
Tengo indeleble: el susurro de la tartamudez perfecta de tu deseo incontrolado, la dicción caricia de tus ojos retemblados, la sonrisa tonta que fundías mis labios hasta su extremo mas salvaje… y todo aquel desenfreno deseo del poseerte… sentir atrapado sobre tu piel desleída…..indeleble como todos mis inventos….
Ad aperturam libri
Una vez el horizonte me alecciono en melancolía y dibuje en su pizarra mis ganas de escapar, mi sed, mi deseo, mi fuerza y mi juventud descarada y distraída….
Una vez el verbo se hizo tiza y convirtió intimidad en polvo blanco que a su vez se convirtió en nubes…. Deseos de nubes tan rápidas como frágiles….tan nada como todo….. tan siempre como nunca…. vaho tiza con adicción y condición de nada…
Una vez el aula se hizo carne y habitó en mis entrañas, carne y deseo en un tiempo que una vez fue “ad aperturam libri “con condición de aula.
Y aquí me detengo
Os deseo el viento y a volar.
que son sólo seis caricias.
