Ella colorea estrellas que brillan cuando sonríe. En una caricia desliza
su mano y hace que parezca el cuaderno de la vía láctea. Los trazos de su
mirada parecen magia a la que el universo concedió un secreto profundo y
milenario, sus ojos son un océano agitado inundado de azules. Se descalza y
baila a párpados cerrados, dirigiendo una orquesta a la que sólo ella parece
escuchar. En ocasiones roba al cielo, se detiene unos instantes y otea el aire.
Después continúa su danza como si nada hubiera ocurrido. Ella asegura tener más
de un millón de partituras y a mí me baila la imaginación uniéndolas una a una
como mapas de estrellas para un navegante sin sextante…
Ella me empuja a soñarme naufragado de su mano, en una playa
cualquiera, de ningún lugar, sin saber ni dónde ni cuándo perdí el sentido
cartesiano…. Debatiendo abatido si sería mejor tumbarme buscando formas en las
nubes o declarar reserva natural protegida a ese espacio de sentido obligado…
Ella me divierte y me intriga, me pregunto cuánto tiempo puede estar
así, como en comunión con ella misma en cada uno de esos instantes diferentes...
y sigue tatuando recuerdos vitales que dejaron marca sin necesidad de tinta…. sonrisas
en el alma, allá donde bailan los miedos y se tambalean las ausencias…. hilvanando
tiempo que perdimos a la cordura…
Ella es una carcajada, un verso suelto de algún universo que
desconozco…. se quita el vestido, me abraza con delicadeza las manos y hacemos
amor en un sentir… y me araña para comprobar que no estoy dormido. Me dicta que
solo sueñe si ella lo hace conmigo…. y por todas las razones que desconozco,
consigue hacerme reír. Y adoro esa pequeña suerte de ternura y melancolía con
acuna las tristezas….
Ella es … y me temo que su pauta solo es una armadura y trato de
adivinar, pero sólo encuentro silencio… y su fuerza es un caos y su teoría (la
mariposa que aleteando en el Amazonas provoca huracanes en cualquier otro lugar
de alguna parte) … y me pregunto dónde estará su mariposa, qué los huracanes de
los que es capaz ya los adivino en mi sentir.
Ella es la ventana abierta al sentir… y todo lo deja en calma… y no se
escucha más que a ella…y me asomo a su azul noche estrellada…. y con su brillo
me acaricia y me llena… y si alguna vez tuve miedo, me desaparece a golpe de
ella… y qué ganas de saltar junto a ella, sólo por ver si el viento es capaz de
arrebatarle alguno de sus secretos para ponerla en mis manos como divino tesoro
de ella…
Ella me dice que no debo encariñarme, que encontrara otra forma de
regresar y tendrá que abandonarme, pero volverá…. incluso a mí en mi…. Me dicta
que no me preocupe, que allá donde vaya dibujará un contrapunto que contendrá
mi nombre. … y no recuerdo la data en que vino a caer a mi planeta…. y a veces
lanza preguntas sin obtener respuesta, pero literalmente siempre me arranca una
sonrisa y me besa el alma… y qué belleza tan simple… y qué pura… y cierro la
ventana y vuelvo a dormirme en las cosas de la rutia, con la esperanza de que
tal vez pueda estar con ella de nuevo otra vez...
Ella es … y es curioso que la raíz de su nombre contenga como definición
el arte de organizar en sensible y lógico una combinación coherente de sonidos
y silencios… y es curioso que tantas veces logre al sentir justamente lo
contrario…. Son curiosos los proceso psico-anímicos del sentir…. es curioso "el
arte de las musas" tan necesario para el vivir…
Al cantar me suelo olvidar de todos los malos momentos; convertir en
virtud defectos.
Desterrar la vulgaridad, aunque sólo sea un momento y sentir que no estamos muertos.
No es placer: es necesidad. Es viento, es lluvia y es fuego derramar todos mis secretos.
Y busqué en el fondo del mar, en las montañas y en el cielo la manera de hacer realidad mis sueños.
Encontré en el corazón el mapa de los sentimientos. Ya lo ves... no estaba tan lejos.
No es placer: es necesidad. Es viento, es lluvia y es fuego derramar todos mis secretos.
Esnifar los rayos del sol, y descongelar el cerebro, y sentir que no estamos muertos, y sentir que no estamos muertos
Desterrar la vulgaridad, aunque sólo sea un momento y sentir que no estamos muertos.
No es placer: es necesidad. Es viento, es lluvia y es fuego derramar todos mis secretos.
Y busqué en el fondo del mar, en las montañas y en el cielo la manera de hacer realidad mis sueños.
Encontré en el corazón el mapa de los sentimientos. Ya lo ves... no estaba tan lejos.
No es placer: es necesidad. Es viento, es lluvia y es fuego derramar todos mis secretos.
Esnifar los rayos del sol, y descongelar el cerebro, y sentir que no estamos muertos, y sentir que no estamos muertos