… a veces el tiempo se
desmaya a los ojos…
… a veces flota sentir a cámara lenta…
… a veces mueren las prisas…
… a veces mueren las prisas…
y renace sentir sin llamar a la puerta…
y nos quedamos con ese sereno que traspasa…
y el silencio se pliega sin palabra…
… a veces una manta cálida de nada abriga sin fríos…
… a veces inventando…
… a veces olvidando…
… a veces sin charlar ni
gestos…
y la vida aparece.
y la vida aparece.
… y una mirada serena hacia
el horizonte deja ese rosario amanecer y su noche cerrada en silencios azules, en
redondos de memoria desnudados sin garantía de confesiones…
… y una mirada serena deja
ese mágico azul que añora lugares no conquistados, paladares de sabores con la
gentileza de no saber, momentos atemporales de un instante perfecto, crepúsculo
concluso de un mirar….
… y una mirada serena es ese
momento íntimo, en el que los ojos entregan sentir al acuoso lacrimal, ese
sentir sordo que se instala inquilino anónimo y que hace sendero entre la alma
y voz como instante de asueto…
… y una mirada serena es ese momento sin razón, sin hilo tenso y sin tirante, ese paisaje que permite volar sin mirar, ese vacío irreductible que dibuja pasos hacia una palabra desconocida...
… y una mirada serena es
valentía de la nada, abocado pasar de un instante sin mover, aterido a la paz
de un no saber…
… y una mirada serena no engaña, es consuelo en espera de un quejido, muda vida acariciando ajeno alejado…
… y una mirada serena callo y cayo como lastre, como olvidó punzada de imperfectos, como abrazo de perdonados en confesiones…