Un invierno sin sol


A veces la vida se divorcia de nosotros mismos y entonces aparecen palabras y melodías ajenas que nos miran de reojo. Palabras y melodías engreídas y chulescas que sospechan que nos cuentan nuestra vida, con otras notas, con otras palabras… 
pero con los mismos amaneceres… 

….y entonces te dejas… y bebes mas de la cuenta de todas ellas… y ebrio de ti te abandonas en la perpetua de un sueño infinitesimal con vació de fondo….y te dejas…. y el aire hablan de ti, y tu silencio lo afirma, a veces la vida se divorcia de nosotros mismos y entonces aparece “un invierno sin sol”…. y te dejas… 



Yo amé, con perdón.

Amé por encima de todas las cosas, que es, permítanme que les diga, de la única forma en que se puede amar.

Yo viví en un cálido regazo del amor, protegido bajo su techo, comiendo de su misma mano, aprendiendo el fuego hasta verlo arder, hasta quemarnos. Compartí su sudor y ascendí en su alegría de peldaño en peldaño. Es decir: de dos en dos.

¿Sabéis qué?
Yo tampoco creía en la magia hasta que la vi a ella. Irradiándola, desprendiéndola, descontrolando el tiempo y cargándose con un gesto cualquier rutina impuesta, criando una primavera en cada estación.

Solo querría decirles eso.
Decirles: yo tuve un reino y lo llamé hogar. Y fue tan inmenso como el más pequeño de los detalles. Una puta barbaridad. Así debía de ser mi cuento.

Sin embargo, escribo desde el dolor aquel en que solíamos gritar que todo acaba mal porque si no, no acabaría.

Así fue que todo se llenó de distancia y de sangre, todo se ensució de grietas y pudriéndo- se pasó como una enfermedad por delante nuestro, un olvido por encima de nosotros, paseándose, jodiéndonos, diciéndonos adiós, a dios reclamadle.

Estas son mis ruinas y esta es mi voz.
Un paseo con vistas a los escombros.
Si veis al amor por ahí, solo decidle que lo siento.
Que el frío se ha hecho ciudad y yo, solo, he aprendido a quemarme.
Que la poesía pague los destrozos y su recuerdo sea mi única migaja de calor.
Esta es la historia de un derrumbamiento.
El infierno hecho paisaje.
Mi baile nupcial sobre el lodo.
Un invierno sin sol.

UN INVIERNO SIN SOL de Escandar Algeet.

Click

Lamontagneazul

Las palabras son pentimentos que callan su significado clandestino, ocultan como testigo silencioso; deseo, pasión y hastió. Habitan en un espacio libertad donde divagan y se mezclan con una pizca de cordura, y con la locura que destilan todos esos pensamientos inoportunos del espejo de una noche y su montaña azul.
Ger. Con la tecnología de Blogger.

Otras Locuras en Palabras

Andrés Suárez - De ida (2002)

Google Analytics Alternative