Aposiopesis...(incognoscible)

… ayer todo fue poesía y yo nunca intente deletrear poesía, tan solo prosa desordenada, tal vez la imagen de un deseo acorralado en la “cronoilógica” hemeroteca de la vida, prosa inocua de ese infinito sentir de lo desconocido, abecedario olvidado y recién pintado en ese vacío precipicio del silencio…. un ir y venir en la biblioteca ausente de palabras, sin rastro, sin verso, sin futuro….

Un día entendí que el futuro solo es una ilusión, sueños y promesas que no están y solo son en el otro lado de razón… somos lo que tenemos, lo que buscamos y deseamos solo nos sirve para soñar… Descubrí que hay personas que viven deseando  amor, y jamás sabrán de que se trata… y otras simplemente lo entregan con un mil y una cuitas a pesar de poseer la esencia más elevada….

Un día percibí todo el sentido en un latido, lo que amanezco, lo que soy,  aquello que guardo, aquello que entrego…  sentir sentido latido que abarca la mirada detrás de los ojos… lo que soy, ese todo entre poros, ese todo mar entre venas…. ese al fin y al cabo infinito ligado al camino recorrido envuelto entre la piel …

Un día prosa y tal vez quizás, ese lenguaje perdido del alma…. en secreto que nos late… a pleno grito que necesita de alguna manera hacerse forma…. y tal vez quizás una ínfima letra para convertir el dolor en amor profundo… tal vez quizás una ínfima letra como pájaro volátil… sentir en aposiopesis…

Un día sin prosa, sin tal vez ni quizás soñé que pasaba mil años contigo. Que la guerra terminó. No quedaba ningún enemigo. Me sacabas a bailar. Te morías de risa conmigo. Nos dejábamos llevar embriagados de hierbas, canciones y vino…


 … Toda la eternidad del momento dejándonos llevar por el tiempo… Salpicados desde miles de años por el mismo río…

Un día yo también quise creer en futuro, es fácil cuando descansa sobre tu piel desnuda y los dedos pueden enredarse en su pelo de aroma champú… es fácil cuando se cierran los párpados cansados y el mundo se detiene, y su respiración se pausa como tregua de vida… es fácil si tu mente vuela y la suya se deja…  

Un día yo también…. y tal vez quizás lo verdadero tengan una vida limitada, como estrella fugaz que se apaga en el firmamento, quizás el tiempo dura ese momento donde su brillo es capaz de cegar… y tal vez quizás sentir que se debilita y muere…. y yo me pregunto si habrá un infierno para todo aquello que deseamos…

Un día yo también…. y tal vez… y quizás… y las noches en vela… y los pies en el suelo… y tú que tienes parte de nube… y yo de viento que sueña…. un día yo también…. y sin tal vez… ni quizás… hay que creer en algo y ese  todo empieza en ti…. aposiopesis de ti incognoscible…
Un día yo también…. y tal vez… y quizás… take this waltz  de Poeta en Nueva York, como banda sonora de ese ayer que fue todo poesía…. y hay un fragmento de la mañana, donde juegan tu boca y los ecos, soñando viejas luces de este vals, este vals de cintura quebrada…
 Federico García Lorca  - PEQUEÑO VALS VIENÉS


En Viena hay diez muchachas, 
un hombro donde solloza la muerte 
y un bosque de palomas disecadas. 
Hay un fragmento de la mañana 
en el museo de la escarcha. 
Hay un salón con mil ventanas. 
¡Ay, ay, ay, ay! 
Toma este vals con la boca cerrada. 

Este vals, este vals, este vals, 
de sí, de muerte y de coñac 
que moja su cola en el mar. 

Te quiero, te quiero, te quiero, 
con la butaca y el libro muerto, 
por el melancólico pasillo, 
en el oscuro desván del lirio, 
en nuestra cama de la luna 
y en la danza que sueña la tortuga. 
¡Ay, ay, ay, ay! 
Toma este vals de quebrada cintura. 

En Viena hay cuatro espejos 
donde juegan tu boca y los ecos. 
Hay una muerte para piano 
que pinta de azul a los muchachos. 
Hay mendigos por los tejados. 
Hay frescas guirnaldas de llanto. 
¡Ay, ay, ay, ay! 
Toma este vals que se muere en mis brazos. 

Porque te quiero, te quiero, amor mío, 
en el desván donde juegan los niños, 
soñando viejas luces de Hungría 
por los rumores de la tarde tibia, 
viendo ovejas y lirios de nieve 
por el silencio oscuro de tu frente. 
¡Ay, ay, ay, ay! 
Toma este vals del "Te quiero siempre". 

En Viena bailaré contigo 
con un disfraz que tenga 
cabeza de río. 
¡Mira qué orilla tengo de jacintos! 
Dejaré mi boca entre tus piernas, 
mi alma en fotografías y azucenas, 
y en las ondas oscuras de tu andar 
quiero, amor mío, amor mío, dejar, 
violín y sepulcro, las cintas del vals.

Click

Lamontagneazul

Las palabras son pentimentos que callan su significado clandestino, ocultan como testigo silencioso; deseo, pasión y hastió. Habitan en un espacio libertad donde divagan y se mezclan con una pizca de cordura, y con la locura que destilan todos esos pensamientos inoportunos del espejo de una noche y su montaña azul.
Ger. Con la tecnología de Blogger.

Otras Locuras en Palabras

Andrés Suárez - De ida (2002)

Google Analytics Alternative