A_Marte sin H...y otras montañas azules….


 Se escapan, entre los días, entre lo por hacer, entre lo que vuela… y voló…  Se escapan como gotas de lluvia, se escapan como días a mis pies, como tiempo sin pasado. Se escapan los sueños dejando escurrir una y mil sensaciones que son el figurante confeso del tengo, el añoro y el perder... Se escapan y quiero sobrevivir sin excusas a todo lo que llevo en la piel, sobrevivir al miedo, sobrevivir al tiempo, dejar de luchar contra mi y que se escapen conmigo y ti….

 Caen como gotas de lluvia. Los días se escapan. Paso revista entre sueños a lo que hay por hacer…
No estaría nada mal señalar en el mapa algún lugar al azar y que ninguno tenga sentido sin un conmigo y “tigo” … No estaría nada mal subrayar frases, párrafos, páginas de libros que resumen el de ti que me marca camino…. No estaría nada mal sonriendo lo más bonito que se puede dedicar que es tiempo…

No estaría nada mal poder decirle al tiempo que no todo lo cura, ni todo lo coloca, ni todo lo nada y todo….y es que no hay cura para algo que es natural, por imposible del posible que pueda ser…

No estaría nada mal poder decirle a la lluvia que no se lo lleva todo, y no será por tormentas, huracanes o intensidades… siempre sigue intacto lo esencial, la resilencia de todo el siento …

No estaría nada mal poder decirle al tiempo que los verbales a veces carecen de tiempo… lo que me has dado por todo lo que me has sentido… lo que has  arrebatado por todo lo que has “insentido”…. lo que has por vivido por todo lo que vivirás…. lo que es ausencia por todo el presente a temporal….

No estaría nada mal poder decirle al mundo que las cosas no son y dejan de ser…. si no fueron no eran… si fueron lo son…. No hay dejar atrás para un sentir, quizás para un gusto, para un aroma…. pero no para el tacto del vivir… las cosas que alegran o duelen allí donde no se puede viajar son sinceras y siempre… y aquello que dicen del mar “El mar cura la herida” pero nos dejan la cicatriz del mismo ancho y de igual nombre a sobrevivir….


No estaría nada mal y no lo está… me tiembla el verbo y el disparate…. el corazón y el gaznate con la misma fuerza que el día que me verbalizaste…. Siento la caricia de tu mirada sobre la piel que te llamaba a gritos antes, ahora, luego e incluso después… No estuvo, está, y estará nada mal y no lo está… a prueba y error he comprendido que todos los de ti sonríen a la vida cosiendo alas nuevas a todo el sentir… sueños… quizás nunca serás para mí, pero siempre serás conmigo…

 No estaría nada mal y no lo está, todo es música, una sucesión de sentidos sonidos modulados para recrear lo sentido…. Vida que cala con cuidado; sin hacer ruido. Y se cuela despacio, por todas esas ventanas con la excusa de convertirlas en puertas. Con la esperanza de poder huir a través de ellas. Pero no, si saltas lo haces a sus brazos, donde siempre eres infinito. Y no esta nada mal quedarse sin un compás de respiración por un arpegio escuchado… merecerá la pena, si le pone alas a un infinito sentido…

 Y no estaría nada mal y no lo está, pellizcarnos para que sigamos soñando… y esta vez, no un “quédate”, por la necesidad de “irse”. Esta vez en el pestañeo los “no te vayas”, por un “vente”. Esta vez todos los tiempos verbales de un nosotros, que no destiñe la huella. Esta vez sentir con la seguridad de que no habrá un mañana, porque todo empieza y acaba en conmigo y “ti”. Porque en todas las melodías de este mundo, siempre querré encontrarte. Porque al tiempo todas las excusas no le valen. Porque nunca serás para mí, pero serás conmigo, y eso es lo que más me gusta de ti…. y no estaría nada mal y no lo está…

 No estaría nada mal y no lo está, la exquisitez, la bucólica, y la melancolía del sentir… y no estaría nada mal y no lo está, saber llegar a ese punto álgido del vivir con cadencia parisina del XIX, a ritmo de vals, con armonía circense, y toques de feria de siglo XX...  No estaría nada mal y no lo está, esperarte al final del andén del XXI…

 
 

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Lamontagneazul

Las palabras son pentimentos que callan su significado clandestino, ocultan como testigo silencioso; deseo, pasión y hastió. Habitan en un espacio libertad donde divagan y se mezclan con una pizca de cordura, y con la locura que destilan todos esos pensamientos inoportunos del espejo de una noche y su montaña azul.
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Andrés Suárez - De ida (2002)

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